No hay que olvidar que la
brecha social en estos casos aumentará. También la brecha digital va más allá
del alumnado, ya que las familias también la padecen, no solamente por falta de
recursos sino también de formación. Esta situación causa malestar, acrecienta
la distancia entre docentes y familias y no resuelve el trasfondo de esta
problemática social.
A esta crisis sanitaria se le
suma la crisis económica y social, por lo que existe un estado de incertidumbre
y vulnerabilidad que se está acrecentando debido a las informaciones y
desinformaciones que nos llegan a través de los medios de comunicación. Todos
esos bulos que van circulando nos generan un estado de ansiedad y miedo. Esta
sensación de inseguridad también nos hace replantearnos cuestiones que antes
con nuestro ritmo frenético de vida no nos habíamos parado ni siquiera a
plantearnos. No nos podemos relacionar físicamente y todavía no existe una
vacuna para combatir la enfermedad.
Considero que en esta
situación que nos ha tocado vivir, debemos tener en cuenta a la hora de
afrontar la educación de manera telemática que aunque las tecnologías nos
permiten conectar, esta situación de educación no presencial es totalmente
forzada. Muchas personas no tienen integrada esa competencia digital o no
tienen los recursos necesarios para ello y a todos nos puede llegar a generar
un sobreesfuerzo el hecho de intentar adaptarnos a esta nueva situación.
Personalmente, a la hora de
llevar a cabo mi educación universitaria cambiando de un modelo presencial a un
modelo totalmente online, he experimentado un proceso en el cual he sentido
bastante agobio, ya que aunque algunos docentes supieron manejar los tiempos y
organización de su asignatura siendo flexibles lo cual agradecimos todos, otros
docentes exigieron la entrega de numerosas tareas dando poco plazo y siendo
bastante rígidos y exigentes tanto en sus propuestas como a la hora de entrega
de éstas generándonos un sobreesfuerzo en una situación tan dramática en la que
nos sentíamos devastados y vulnerables. Muchas de mis compañeras y yo hemos
sentido mucho estrés e impotencia con la sensación de no llegar a todo, pero
entre todas nos hemos dado ánimos y nos hemos apoyado. Creo que esto ha sido
crucial para poder llevar mejor este estado de confinamiento y sentirnos un
poco más arropadas.
En mi caso, un tío de mi madre
contrajo la enfermedad Covid-19 en una residencia de ancianos y no pudo
superarla. Debido a estar en la fase 0, tampoco sus familiares más cercanos
pudieron asistir a su funeral ni enterrarle ya que sólo podían acudir un par de
personas. Más tarde, la tía de mi padre también contagiada de Covid-19 acabó
muriendo. La madre de mi tía también estuvo contagiada por Covid-19 y tuvo que
quedarse en cuarentena, al vivir en Cádiz, mi tía no pudo trasladarse para
acompañarla por lo que sentimos un estado de angustia y tristeza hasta que
mejoraron las noticias.
Aun viviendo estos momentos tan
duros, también hemos podido sentir el apoyo de familiares y de muchas personas
de nuestro entorno. En general se está demostrado la solidaridad y la
colaboración por parte de la sociedad. Afortunadamente, he podido observar que
la mayoría de la gente muestra empatía. Tanto la Universidad como docentes se
han preocupado por preguntarnos al alumnado con qué recursos contábamos e
incluso nos han hecho varias encuestas en las que hemos podido reflejar nuestra
situación personal y nuestras preferencias a la hora de ser evaluados. Tras la
publicación de los resultados, me he sentido escuchada y tomada en cuenta. Creo
que crear canales de comunicación institución-alumnado es crucial para mejorar
la calidad del sistema educativo.
Otra de las cosas que más me ha
llamado la atención, es la posibilidad de teletrabajar ya que muchas empresas
han optado por adaptarse a estos cambios recientes en los que podría llegar a
cambiar esos patrones de trabajo también de cara al futuro. Actualmente hay
múltiples opciones disponibles que permiten trabajar desde cualquier sitio sin
que eso afecte a la productividad aunque opino que en esta situación de
confinamiento, muchas familias tienen que compaginar su teletrabajo con hacerse
cargo de sus hijos y de sus horarios escolares online y también ayudarles en
sus tareas y deberes y además tener algún tiempo para pasar con ellos.
En cuestión de semanas, se ha
cambiado la manera en la que los estudiantes aprendemos, y justo estas
transformaciones también reflejan las desigualdades y las materias pendientes
respecto a conseguir la verdadera equidad en nuestro sistema educativo. Espero
que tras esta crisis debido a la pandemia se puedan llevar a cabo finalmente
medidas que realmente se ocupen de las problemáticas sociales y consigamos una
sociedad en la que prime la tolerancia, el respeto y la equidad.
Pandemia por CORONAVIRUS. Año 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario