jueves, 2 de abril de 2020

Cambios sociales y educativos relacionados con el COVID-19

        Debido a la inesperada situación de la pandemia por Coronavirus que ha afectado a todos los lugares del mundo, nos hemos visto abocados a una situación crítica en la que se han tenido que tomar diferentes medidas. Uno de los retos sin precedentes históricos es la educación desde los hogares, hemos tenido que afrontar esta situación de confinamiento en nuestras casas por lo que se han implementado medidas que implican el uso de las nuevas tecnologías e internet ante una situación de presión social por parte de las administraciones y también de la opinión pública. 

          No hay que olvidar que la brecha social en estos casos aumentará. También la brecha digital va más allá del alumnado, ya que las familias también la padecen, no solamente por falta de recursos sino también de formación. Esta situación causa malestar, acrecienta la distancia entre docentes y familias y no resuelve el trasfondo de esta problemática social.

     A esta crisis sanitaria se le suma la crisis económica y social, por lo que existe un estado de incertidumbre y vulnerabilidad que se está acrecentando debido a las informaciones y desinformaciones que nos llegan a través de los medios de comunicación. Todos esos bulos que van circulando nos generan un estado de ansiedad y miedo. Esta sensación de inseguridad también nos hace replantearnos cuestiones que antes con nuestro ritmo frenético de vida no nos habíamos parado ni siquiera a plantearnos. No nos podemos relacionar físicamente y todavía no existe una vacuna para combatir la enfermedad.

          Considero que en esta situación que nos ha tocado vivir, debemos tener en cuenta a la hora de afrontar la educación de manera telemática que aunque las tecnologías nos permiten conectar, esta situación de educación no presencial es totalmente forzada. Muchas personas no tienen integrada esa competencia digital o no tienen los recursos necesarios para ello y a todos nos puede llegar a generar un sobreesfuerzo el hecho de intentar adaptarnos a esta nueva situación.

          Personalmente, a la hora de llevar a cabo mi educación universitaria cambiando de un modelo presencial a un modelo totalmente online, he experimentado un proceso en el cual he sentido bastante agobio, ya que aunque algunos docentes supieron manejar los tiempos y organización de su asignatura siendo flexibles lo cual agradecimos todos, otros docentes exigieron la entrega de numerosas tareas dando poco plazo y siendo bastante rígidos y exigentes tanto en sus propuestas como a la hora de entrega de éstas generándonos un sobreesfuerzo en una situación tan dramática en la que nos sentíamos devastados y vulnerables. Muchas de mis compañeras y yo hemos sentido mucho estrés e impotencia con la sensación de no llegar a todo, pero entre todas nos hemos dado ánimos y nos hemos apoyado. Creo que esto ha sido crucial para poder llevar mejor este estado de confinamiento y sentirnos un poco más arropadas.

          En mi caso, un tío de mi madre contrajo la enfermedad Covid-19 en una residencia de ancianos y no pudo superarla. Debido a estar en la fase 0, tampoco sus familiares más cercanos pudieron asistir a su funeral ni enterrarle ya que sólo podían acudir un par de personas. Más tarde, la tía de mi padre también contagiada de Covid-19 acabó muriendo. La madre de mi tía también estuvo contagiada por Covid-19 y tuvo que quedarse en cuarentena, al vivir en Cádiz, mi tía no pudo trasladarse para acompañarla por lo que sentimos un estado de angustia y tristeza hasta que mejoraron las noticias.

           Aun viviendo estos momentos tan duros, también hemos podido sentir el apoyo de familiares y de muchas personas de nuestro entorno. En general se está demostrado la solidaridad y la colaboración por parte de la sociedad. Afortunadamente, he podido observar que la mayoría de la gente muestra empatía. Tanto la Universidad como docentes se han preocupado por preguntarnos al alumnado con qué recursos contábamos e incluso nos han hecho varias encuestas en las que hemos podido reflejar nuestra situación personal y nuestras preferencias a la hora de ser evaluados. Tras la publicación de los resultados, me he sentido escuchada y tomada en cuenta. Creo que crear canales de comunicación institución-alumnado es crucial para mejorar la calidad del sistema educativo.

         Otra de las cosas que más me ha llamado la atención, es la posibilidad de teletrabajar ya que muchas empresas han optado por adaptarse a estos cambios recientes en los que podría llegar a cambiar esos patrones de trabajo también de cara al futuro. Actualmente hay múltiples opciones disponibles que permiten trabajar desde cualquier sitio sin que eso afecte a la productividad aunque opino que en esta situación de confinamiento, muchas familias tienen que compaginar su teletrabajo con hacerse cargo de sus hijos y de sus horarios escolares online y también ayudarles en sus tareas y deberes y además tener algún tiempo para pasar con ellos.

         En cuestión de semanas, se ha cambiado la manera en la que los estudiantes aprendemos, y justo estas transformaciones también reflejan las desigualdades y las materias pendientes respecto a conseguir la verdadera equidad en nuestro sistema educativo. Espero que tras esta crisis debido a la pandemia se puedan llevar a cabo finalmente medidas que realmente se ocupen de las problemáticas sociales y consigamos una sociedad en la que prime la tolerancia, el respeto y la equidad.

Pandemia por CORONAVIRUS. Año 2020

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